sábado, 26 de diciembre de 2009

La adopción internacional está cambiando

La adopción internacional está en un punto de inflexión. El número de familias que quieren adoptar un niño pequeño y sano supera el de menores adoptables de esas características. Crecen las voces que piden una reforma del sistema y alertan de que esa demanda alienta en algunos países que personas sin escrúpulos conviertan la adopción en un negocio.



Tenemos que adaptarnos a la realidad
Javier Álvarez-Ossorio, coordinador general de CORA, la federación de asociaciones de familias adoptantes, analiza la situación. ¿Qué diría a las familias que quieren adoptar bebés y niños pequeños? Que eso ya no es posible, que prácticamente no existe. Bebés huérfanos los hay contados. Pero hay muchos menores de más de cinco años, seropositivos o con algún tipo de enfermedad o discapacidad, que podrían ser adoptados y que suelen quedar fuera del sistema.

En Rusia, por ejemplo, las cifras de niños en orfanatos son altísimas, y una buena parte de ellos son susceptibles de ser adoptados. Pero hay que ser conscientes de que, salvo casos concretos, los niños que necesitan una familia tienen necesidades especiales, son de más edad y en muchos casos han sufrido periodos largos de institucionalización. Estamos viendo que su integración requiere preparación, formación y apoyos a largo plazo. La mayoría de las familias empieza el proceso pensando en adoptar un bebé o un niño de uno o dos años. Tenemos que adaptarnos a la realidad, explicarles que los niños en adopción tienen unas características distintas.
¿Cómo se podría mejorar el sistema? En CORA estamos estudiando posibles vías. Una sería poner límites a los expedientes que se envían a cada lugar: si a un país enviamos el año pasado 50 expedientes pero sólo se hicieron 10 adopciones, no tiene sentido enviar 50 o 100 más. Si lo hacemos, estamos creando unas expectativas nada realistas a las familias y ejerciendo una presión que ya hemos visto que puede derivar en el tráfico de menores.



La adopción internacional nació como una salida para la situación de los niños que habían quedado huérfanos en conflictos bélicos. Las guerras mundiales y la guerra civil de Grecia (1946-1949), primero, y las de Vietnam (1954-1975) y Corea (1950-1953), después, pusieron en marcha una red de personas e instituciones bienintencionadas para ayudar a las criaturas abandonadas a su suerte. Con el tiempo, la adopción internacional se fue expandiendo como una solución más para formar una familia. De un lado, personas que deseaban tener hijos y que, en muchos casos, tenían dificultades para concebir; de otro, niños que necesitaban unos padres que los cuidaran y los quisieran.

Sin embargo, de un tiempo a esta parte, crecen las voces críticas con el sistema de adopciones internacionales, se alarga la duración de los trámites y aumenta el desasosiego entre las personas que escogen esta opción. Si en el 2005 los tiempos de espera, por ejemplo, para adoptar un niño o una niña en China rondaban los siete meses, hoy superan ya los cinco años. En España, se estima que hay más de 20.000 familias a la espera de que se les asigne un menor, pero las adopciones culminadas el año pasado no llegaron a 3.200.

Los medios de comunicación sacuden periódicamente con elevadas cifras sobre el número de menores que se buscan la vida en las calles de Río de Janeiro o de Adís Abeba. ¿Qué pasa? ¿Es culpa de una burocracia insensible que haya padres y madres que esperen durante años para adoptar cuando existen tantos menores que no tienen una familia que les cuide?

A la vez, con más frecuencia, la prensa internacional se hace eco de casos de supuesta corrupción ligados a la tramitación de adopciones. Un caso sonado fue el de la ONG francesa El Arca de Zoé, que trató de sacar a 103 niños de Chad que resultaron no ser huérfanos. La terrible constatación de que gran parte de los niños que estaban en adopción no eran en realidad adoptables llevó en su día al cierre de las adopciones internacionales en lugares como Guatemala, Camboya, Nepal, Kazajistán o Congo. Más recientemente y por idénticas razones, Estados Unidos, Canadá, Suecia e Irlanda han paralizado las adopciones en Vietnam, y Austria, Irlanda y Australia han dado cerrozajo a sus programas de adopción en Etiopía.



¿TANTOS HUÉRFANOS?
Muchas personas creen que en el mundo hay muchos niños hacinados en orfanatos, esperando que alguien quiera adoptarlos. Se piensa que la mayoría de ellos son niños pequeños y sin graves problemas de salud. Como los padres biológicos, la mayoría de los padres adoptantes desean que sus hijos no tengan enfermedades o discapacidades, e inician el camino convencidos de que en algún lugar del mundo un niño así necesita una familia que ellos pueden darle.

La realidad es muy distinta: no es verdad que los centros de menores de los países en vías de desarrollo estén llenos de pequeñines esperando una familia. Ciertamente, hay miles de niños en el mundo que no tienen quien realmente se ocupe de ellos. Sólo en Vietnam, se estima que hay entre 20.000 y 40.000 viviendo en la calle, pero no son esos los niños que se adoptan. Aquellos que ven pasar su infancia en un orfanato esperando una familia tienen en su inmensa mayoría más de seis años o presentan algún tipo de discapacidad o necesidades especiales.

Unicef viene advirtiendo desde hace unos años de cómo el aumento de familias de países ricos interesadas en adoptar (unido a las posibilidades de lucro que da) “ha alentado el crecimiento de una industria de las adopciones, en la que se da prioridad a los beneficios materiales en detrimento del interés superior de los niños”. Paradójicamente, la propia Unicef ha contribuido a este fenómeno mediante su labor de concienciación sobre las necesidades de la infancia de los países pobres. Aunque recientemente ha emitido una nota aclaradora, sus informes han ayudado a cimentar la falsa idea de que millones de niños necesitan una familia que los adopte.

Cuando desde esta organización de las Naciones Unidas se hace público que existen en el mundo más de 130 millones de huérfanos, pocas veces la opinión pública tiene la oportunidad de profundizar lo suficiente para entender la realidad que se encuentra tras esa cifra: para empezar, se contabiliza como huérfano a todo menor de 17 años cuando su padre, su madre o ambos han fallecido, pero Unicef reconoce que la inmensa mayoría de esos niños vive con uno de sus progenitores, con los abuelos, unos tíos u otros familiares, por lo que no tienen necesidad de ser adoptados.

Del número total de huérfanos, el 95% tiene más de cinco años, y un porcentaje importante tiene algún tipo de discapacidad, es seropositivo o padece alguna enfermedad que le dejaría fuera del circuito de adopción internacional. “La idea de que el mundo en desarrollo tiene millones de bebés y niños pequeños sanos que necesitan nuevos hogares es un mito. Tanto en los países ricos como en los pobres (con excepción hecha de China, por su política del hijo único) los bebés sanos rara vez son abandonados”, explica E. J. Graff, del Instituto Schuster de Periodismo de Investigación y autora de The Lie We Love (la mentira que amamos, que en la versión española se tradujo como Hijos de la mentira), publicado en la revista Foreign Policy. Apoyado en un amplio trabajo de investigación sobre la realidad de la adopción internacional en distintos países, su análisis es rotundo: “En realidad, hay en el mundo muy pocos huérfanos pequeños que puedan ser adoptados. Los huérfanos rara vez son bebés sanos, y los bebés sanos rara vez son huérfanos”.

Graff abona la teoría de que hay una industria de las adopciones que ha creado un entramado de fabricación de huérfanos: buscan en las zonas socioeconómicamente más vulnerables a niños con los que llenar los orfanatos, mediante una red de buscadores (en la que participan desde trabajadores sociales hasta agentes de policía, enfermeras u otro personal hospitalario) que engañan a las familias, o las convencen o les pagan para que renuncien a sus hijos o simplemente se los arrebatan. Después, falsean su historia y consiguen papeles oficiales que les declaran huérfanos o abandonados y, por ello, adoptables

Texto: Beatriz San Román

lunes, 21 de diciembre de 2009

Huérfanos por pobreza

La mayoría de los niños que vive en orfanatos son hijos de padres que no tienen los medios para cuidarlos y brindarles lo que necesitan.
La mayoría de la gente piensa que los orfanatos del mundo están llenos de niños que han perdido trágicamente a sus padres por la guerra, desastres o enfermedades. Pero la verdad es quizás todavía más trágica.

Ahora se ha establecido que por lo menos cuatro de cada cinco “huérfanos” tienen uno o ambos padres que no pueden cuidar de ellos.



La organización de caridad Save the Children acaba de publicar un informe en el que demuestra que las cifras todavía son más altas en algunos lugares: 90 por ciento en Ghana, 95 por ciento en Indonesia y un increíble 98 por ciento en Europa Central y del Este. La asesora de protección a la niñez, Louise Melville-Fulford, manifestó a Radio Nederland que la principal razón que está causando la “orfandad” de tantos niños es la pobreza.

“Desgraciadamente,” comenta, “muchas familias desesperadas sienten que no tienen otra opción que llevar a su hijo a un orfanato para asegurarse de que reciban alimentos, ropa y educación. En muchos países, posiblemente la única forma de educación gratuita disponible para la comunidad es el orfanato. Lo trágico es que, con frecuencia, los niños que llegan al orfanato son separados permanentemente de sus familias.”

Vulnerables

Mientras algunos padres entregan a sus hijos en la confianza de que es la única forma de darles una vida mejor, la verdad es otra. Los niños en instituciones son mucho más vulnerables al abuso, el abandono, la explotación y el daño psicológico. Save the Children informa que niños que crecieron en orfanato son más susceptibles a sufrir problemas en su desarrollo, en su comportamiento y, además, tienen un coeficiente intelectual menor que aquellos que crecieron en su casa o con padres adoptivos. Especialmente los niños menores de tres años sufren daños permanentes, tanto físicos como mentales.

Save the Children se esfuerza por desmentir la convicción de que el orfanato es la respuesta para las familias que luchan para criar a sus hijos. A tal efecto, intenta persuadir a los Gobiernos y a los donantes para que dediquen recursos en proyectos que apoyen a las familias.
“Sabemos que el costo de manejar instituciones es diez veces mayor que el que significaría apoyar al niño en el seno de su familia, otorgándole acceso a la salud, la educación, el cuidado infantil y la ayuda a la supervivencia.”

La caridad misma no mantiene instituciones pero se enfoca en proyectos de desarrollo familia y ayuda a la comunidad. También apoya programas que ofrezcan una alternativa para el cuidado de niños que realmente son huérfanos, como los hogares de acogida y las adopciones, trabaja con los Gobiernos para mejorar las condiciones dentro de los orfanatos y ayuda en el proceso de “desinstitucionalizar” el sistema.

En algunos países, los orfanatos se han convertido en un buen negocio, señala Louise Melville-Fulford, lo que ha llevado a que su número haya aumentado dramáticamente en los últimos años, especialmente en África y Asia.
“Frecuentemente, los orfanatos son vistos como una muy fácil solución y tienden a atraer mucha ayuda económica, por lo que muchos individuos inescrupulosos sacan provecho de ello, quedándose con las donaciones en lugar de invertirlas en el cuidado de los niños. En el peor de los casos, los niños son secuestrados en orfanatos ya que muchas veces las donaciones están condicionadas al número de niños dentro de la institución. Es decir, mientras más niños, más dinero se recibe. Después, en ocasiones los niños son expulsados de la institución.”

La ayuda adecuada
Save the Children sostiene que, si se les proporciona la ayuda adecuada, incluso las familias más pobres son perfectamente capaces de cuidar de sus hijos. Pero eso es urgente hacer un llamado a los Gobiernos, donantes y quienes trabajan en orfanatos a que dirijan sus esfuerzos a que se otorgue esa ayuda.

martes, 15 de diciembre de 2009

El retraso en el crecimiento, la patología más frecuente

El Hospital Carlos III celebró la tercera edición de sus jornadas sobre adopción internacional. El centro es referencia para el examen de salud de los niños procedentes de adopciones en el extranjero. En su primer día se analizaron las principales patologías de estos niños: la malnutrición y el retraso en el crecimiento. Además se han abordado problemas emocionales como la adaptación al lenguaje y trastornos en la alimentación y el sueño.

El Hospital Carlos III de la Comunidad de Madrid es centro de referencia para la Adopción Internacional y como tal realiza exámenes de salud a los niños adoptados en el extranjero. Según los datos del centro, la malnutrición y el retraso en el desarrollo madurativo y psicomotor son las patologías predominantes en los menores procedentes de la adopción internacional. 





Junto a estas enfermedades hay que destacar los problemas dermatológicos, la parasitosis intestinal, problemas adaptativos de alimentación y sueño, y la vacunación incompleta o ausente. Todos estos datos se han presentado en las III Jornadas de Adopción Internacional que se celebran en el centro hospitalario. Según el Servicio de Pediatría del Hospital Carlos III, esta patología predominante varía según los continentes donde se adopta.

Así se ha comprobado que la patología más frecuente en África son los parásitos intestinales, la malaria, la diarrea y la tuberculosis; en el área de Latinoamérica se unen a la tuberculosis y los parásitos intestinales, la malnutrición y la enfermedad de Chagas; en Asia, país del que proceden la mayoría de los niños, la patología prevalente es la malnutrición, la parasitosis, las hepatitis B y C y el VIH.

Las jornadas que se celebraron los días 26 y 27 de noviembre, fueron las terceras que organizó el Hospital Carlos III como uno de los centros de referencia para la Comunidad de Madrid en lo relacionado con los exámenes de salud que se realizan a los niños procedentes de adopciones en el extranjero.
Estas jornadas fueron inauguradas por la directora médico del centro, Yolanda Fuentes, y el gerente del hospital, Fernando Carrillo, que destacaron esta labor de los pediatras como uno de los servicios estrella del hospital por su grado de especialización, calidad y experiencia.

Sin embargo, según los datos que maneja el Carlos III, en un 50 por ciento de los casos no hay síntomas de enfermedad. Es por ello, que el Servicio de Pediatría ha desarrollado unos protocolos de actuación para detectar posibles enfermedades en los niños adoptados en el extranjero. Estos protocolos están adaptados a los países de procedencia de cada niño, con el objetivo de encontrar cualquier patología que pueda presentar el menor, aunque no sea evidente. Asimismo, se realizan exámenes vacunales para comprobar si el niño tiene todas las vacunas indicada para su edad o carece de alguna de ellas.

Trastornos emocionales
Dentro de ámbito psicológico y emocional, los menores pueden presentar problemas adaptativos relacionados con la alimentación y el sueño. Es por ello, que en muchos casos se derivan a servicios de Atención Temprana para que reciban la ayuda relacionadas con éstas y otras necesidades que el niño pueda presentar.
Durante las jornadas sobre Adopción Internacional también se ha destacado el papel de la enfermería en el proceso adoptivo. Esencialmente la labor de información y tramitación en las consultas pre y post adopción que ofrece el Hospital Carlos III. Asimismo, las enfermeras realizan la prueba de la tuberculosis, las extracciones de sangre y las analíticas a los menores.

Dentro de la labor informativa de la enfermería se ha destacado la necesidad de explicar al menor sus orígenes. Según las enfermeras especializadas en su seguimiento, este hecho debe hacerse por parte de los padres, de una manera sincera y fluida, gradual y siempre teniendo en cuenta la capacidad de comprensión de los niños.
Estos niños también pueden presentar dificultades en el desarrollo del lenguaje, problemas de comportamiento o dificultad en la atención. Por esto se recomienda en algunos casos el apoyo de centros de Atención Temprana. Además, está indicado que la integración en el sistema escolar sea de forma paulatina y progresiva.

domingo, 13 de diciembre de 2009

"Lucho para que exista la opción de adoptar por libre"

Éranse una vez Ana, Andy y Ly_ La barcelonesa Susana Ramos acaba de publicar su cuento «El polvo de las estrellas», editado por Sekotia e ilustrado por Marina Pedrós, Iban Casanovas y Marc Esteban. El libro es a la vez un proyecto solidario y un relato entrañable sobre tres niños de diferente procedencia (Rusia, África y China) y sus familias de adopción.
Lleva ya ocho años bregando para que las adopciones internacionales dejen de ser una desalentadora carrera de obstáculos y una sangría de tiempo y de dinero.
-No desfallece y, además, es políticamente incorrecta.
-Porque, ante todo, soy madre de dos niños rusos. Y como mi primer libro «Mariposas: sentimientos y realidad de una madre adoptiva» tuvo una acogida buenísima, ahí ya empecé a luchar contra todas las cosas que no consideraba normales. Entre ellas, que a la gente que queremos adoptar se nos niegue poder hacerlo por libre. Ahora hay que adoptar obligatoriamente a través de las ECAI, entidades privadas acreditadas por las comunidades autónomas.





-Será un necesario mecanismo de garantía.
-Pues somos el único país en el que no se puede adoptar por libre. Y no porque el país de origen de los niños lo prohíba, pues cualquier estadounidense o francés lo puede hacer en Rusia, por ejemplo, donde hay 800.000 niños en los orfanatos. Aquí simplemente, las autonomías han dicho que no (no sabemos por qué) y entonces hay que soltar los 40.000 euros que llega a costar que te tramiten el proceso. Me he sentido desangrada económicamente, y como yo, mucha gente. Trato de demostrar que una persona física, sin ser persona jurídica ni ONG, puede hacer cosas
-Parece que ha declarado la guerra al procedimiento establecido.
-Las ECAI tienen que existir, pero la gente ha de ser libre para adoptar por las dos vías. Se debería abrir un protocolo público, de administración a administración. Tendría que haber las dos opciones para que la adopción no se convierta en elitista.
-Ahora publica un cuento solidario. ¿Cómo surgió?
-Cuando vino mi segundo hijo, le regalamos un cuento lleno de ilustraciones y de inmediato se abrazó a él y dijo: «¿Es sólo para mí?». Ahí me di cuenta de que jamás había tenido uno entre las manos y se me ocurrió una fórmula para lograr lo mismo para los niños de los orfanatos.
-¿Resultó arduo pasar de los buenos deseos a los hechos?
-He puesto dinero de mi bolsillo y, en colaboración con la editorial con la que siempre he trabajado, nació este cuento, el primero multirracial que existe en España.
-Habrá tenido que llamar a muchas puertas.
-A muchísimas. Pero mi momento de felicidad llegó hace un mes cuando recibí una llamada de la Fundación Pushkin. Me dijeron que iban a organizar una fiesta con apoyo de la Embajada rusa en España para los niños adoptados por familias españolas, y me pidieron que presente allí mi cuento. Será el 20 de diciembre.
-El libro es un relato sencillo pero con calado.
-Quiero que tenga varios significados: primero la integración multirracial, porque la adopción es un fenómeno social también y cada día hay más. Luego, busco que este cuento sea para los niños adoptados, para que sepan lo que eso significa.
-¿Sobre la base de su propia experiencia?
-Claro. Relato lo mismo que yo les cuento a mis hijos. Y, de paso, hemos logrado que sea un proyecto solidario en el que por los 17 euros que cuesta cada cuento compras dos: se han hecho los cálculos clavados para hacer otro libro en ruso para enviarlo a un niño sin familia. Y los llevaremos nosotros mismos, orfanato por orfanato, para que no se pierdan por el camino. Para mí esto es fundamental. El libro les dice a esos críos que si otros fueron adoptados, también a ellos les llegará su oportunidad.
-¿Y si no sucede?
-¡Sí que llegará! Los padres están ahí, en espera de tres años. Sólo falta derribar obstáculos. ¡En Estados Unidos se adopta en ocho meses!

Fuente: ABC

martes, 8 de diciembre de 2009

El Principado de Asturias concederá una ayuda de 1.000 € por cada menor adoptado

El Principado de Asturias plantea deducciones en el IRPF del que podrán sacar provecho más de 5.000 familias y que les supondrá un ahorro de 1,4 millones de euros. Se beneficiarán de la iniciativa aquellos que realicen una adopción internacional, que percibirán mil euros por cada menor adoptado; los partos o adopciones múltiples, que recibirán 500 euros por cada menor nacido o adoptado; las familias numerosas, que recibirán 500 euros en la categoría general y mil euros en la especial; hijos de familias monoparentales, que recibirán 300 euros; acogimiento de mayores de 65 años y acogimiento a familiar de menores. Medidas, algunas de ellas, que compensan la eliminación del 'cheque-bebé'.

Estas son algunas de las rebajas fiscales que anuncia el gobierno autonómico asturiano de cara al próximo ejercicio. El Principado confía en que las cuentas del próximo año abran una nueva perspectiva para la región y alumbren el camino que conduce al final de la crisis en el segundo semestre de 2010. Así lo deseó ayer el consejero de Economía y Hacienda, Jaime Rabanal, tras entregar a la presidenta de la Junta General el lápiz de memoria con el proyecto presupuestario que será aprobado el próximo 29 de diciembre, tras superar la enmienda a la totalidad que presentará el Partido Popular.


domingo, 6 de diciembre de 2009

Las tendencias de la adopción internacional están cambiando

Las nuevas tendencias en la adopción internacional así como los procesos de post-adopción son los temas que se abordan en el trasncurso de las XI Jornadas de Análisis sobre estas materias celebradas en Zaragoza, y en las que participan 200 miembros de asociaciones de familias adoptivas, representantes de las Comunidades Autónomas y los responsables de ECAI, entidades colaboradoras en adopción internacional.
La consejera de Servicios Sociales y Familia del Gobierno de Aragón, Ana Fernández ha explicado en la sesión de apertura que la adopción internacional debe percibirse como “una medida de protección a favor de los menores que debe garantizar su interés superior”.

Sin embargo, la responsable de Servicios Sociales matizó que la legislación favorece las medidas de integración familiar como prioritarias. Por ello, la permanencia del menor en su propia familia es la “primera medida” a tomar, ha añadido la consejera. Este enfoque de la legislación, es una de las causas del descenso del número de adopciones internacionales.


Por su parte, el director general de Política Social, de las Familias y de la Infancia del Ministerio de Sanidad y Política Social, Juan Carlos Mato, explicó que uno de los cambios de tendencia más relevante es el perfil de los niños adoptados que “cada vez los niños que llegan a España van a ser más mayorcitos y grupos de hermanos o niños con dificultades especiales”. Por otro lado, Mato destacó la aparición de “nuevos países”, principalmente en África y Asia, hacia los que se enfoca la adopción internacional.

En lo que va de año, el Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) ha recibido 120 solicitudes de adopción internacional, de las que ya se han realizado 94 valoraciones de idoneidad. A estas adopciones hay que añadir las 123 solicitudes de adopción nacional. La consejera también ha recordado el interés del Departamento de Servicios Sociales y Familia por incrementar sus esfuerzos en el proceso de postadopción con la puesta en marcha de un programa con el que apoyar a las familias en esa fase, de cara a ayudarles en los problemas que puedan surgir en ese momento.

Fuente: Cope

jueves, 3 de diciembre de 2009

Los adoptados adolescentes


En la asamblea de CORA celebrada en octubre de 2009 en Pontevedra se acordó crear un grupo de trabajo sobre adolescencia, dada la importancia que tiene este periodo en el desarrollo de las y los adoptados.

Las familias necesitamos estar informadas y preparadas para ofrecer a nuestros/as adolescentes la ayuda que necesiten, en un intento de proporcionarles la mayor estabilidad emocional con el menor coste posible, nuestros hijos/as merecen un pequeño esfuerzo más.



Para la consecución de los objetivos del grupo de trabajo cuenta con una importante herramienta: el proyecto de investigación desarrollado por la Asociación ATLAS.
Atlas junto con un equipo de investigación en adopción coordinado por Montserrat Freixa, profesora de la Universidad de Barcelona, está llevando a cabo una investigación sobre adolescencia.

Esta iniciativa surge porque las familias somos conscientes del desconocimiento que tenemos sobre algunos aspectos relacionados con la evolución de nuestros hijos e hijas. Necesitamos saber qué influencia tienen algunas variables, asociadas a su historia anterior, sobre la estabilidad emocional de nuestros/as adolescentes, razón por la que intentamos arrojar luz sobre aquellas cuestiones que les afectan. Este conocimiento nos ayudará a buscar alternativas que palien las posibles dificultades añadidas al ya difícil periodo adolescente.

Esta investigación se nutre en una primera fase de las aportaciones de las familias a través de encuestas.
CORA anima a todas las familias adoptivas con hijos e hijas entre 10 y 18 años a colaborar con esta investigación cumplimentando la encuesta que te puedes descargar aqui:

Fuente: CORA

TE ASESORAMOS CON PROFESIONALIDAD

Si estás iniciando un proceso de adopción internacional por la vía del protocolo público y necesitas asesoramiento para preparar tu expediente ponte en contacto con nosotros. Somos conscientes de la dificultad burocrática y administrativa que supone preparar un expediente de adopción o legalizar cualquier otro documento para el extranjero, por eso Deniko es una empresa especializada en la legalización y traducción jurada de documentos españoles que deben presentarse en cualquier país extranjero.


No importa en que comunidad autónoma de España residas, nosotros tramitaremos tus documentos para que puedas presentarlos rápida y eficazmente.


Nuestra empresa se encarga de legalizar cada uno de los documentos de tu expediente, asesorarte para saber donde obtener cada uno, te facilitamos modelos y nos encargamos de la traducción del expediente al idioma al que sea necesario.

Nuestros clientes no son solo familias adoptivas, sino también empresas o particulares que deben presentar documentación en el extranjero por diversos motivos: herencias, adquisición de terrenos, creación de empresas, constitución de sociedades, celebración de matrimonios, trámites de extranjería, registro de defunciones...


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